¿Cómo calificarías tu habilidad para delegar?

Ser capaz de delegar bien significa que tu empresa puede prosperar sin que tu supervises personalmente los detalles. Esta libertad permite que tu empresa crezca sin que tu seas un cuello de botella, mientras que la calidad de tu vida laboral mejora al no tener que pasar tu tiempo apagando incendios y respondiendo preguntas triviales. Lo mejor de todo es que tu empresa vale más. Aquellas empresas que pueden sostener una ausencia de tres meses de su propietario tienen más del doble de probabilidades de recibir una buena oferta de adquisición en comparación con las empresas que probablemente no sobrevivirían a la pérdida del propietario.

 

Cómo Lograr que tu Empresa Funcione Sin Ti: Los 4 Niveles de Delegación

La delegación es muy importante, pero ¿por qué muchos dueños de pequeñas empresas no pueden delegar bien las tareas?

El problema está en ver la delegación de manera simple. En lugar de eso, piensa en la delegación como un proceso con cuatro niveles. En cada nivel, tus empleados tienen más libertad y poder para tomar decisiones.

 

EL PRIMER GRADO DE DELEGACIÓN: SIGUE MI LIDERAZGO

El primer nivel de delegación implica confiar en que un empleado siga tus instrucciones específicas, sin tener autoridad para tomar decisiones. Este tipo de delegación es adecuado para tareas simples donde ya tienes un proceso establecido y no requieren mucha autonomía por parte del empleado. Por ejemplo, puedes delegar la tarea de ingresar un nuevo contacto en la plataforma CRM de tu empresa. Hay una forma específica en la que quieres que se haga, y hay poco motivo para que tu empleado piense de manera independiente o crítica sobre la tarea. 

 

EL SEGUNDO GRADO DE DELEGACIÓN: INVESTIGACIÓN E INFORME

El segundo nivel de delegación implica dar a un empleado una mayor responsabilidad para investigar opciones y presentarte con varias alternativas para un proyecto o tarea. Aunque el empleado realiza su propio análisis y te ofrece una lista de opciones, la decisión final sigue siendo tuya. Este tipo de delegación es útil cuando no tienes una solución clara y quieres explorar diferentes opciones, especialmente en situaciones de alto riesgo donde deseas involucrarte en la toma de decisiones finales. Requiere un buen juicio por parte del empleado para evaluar las opciones y tomar decisiones informadas. Por ejemplo, puedes pedir a un empleado que investigue las opciones de vuelo para viajar a una ciudad. En este caso, no quieres que tu empleado te dé una lista interminable de opciones; preferirías que presenten tres o cuatro opciones inteligentes para que las consideres. Dado que serás tú quien esté sentado en una terminal de aeropuerto esperando una conexión si tu empleado toma la decisión equivocada, te gustaría tomar la decisión final.

 

EL TERCER GRADO DE DELEGACIÓN: HAZLO E INFORMA

El tercer nivel de delegación implica otorgar autoridad para tomar decisiones a un empleado, aunque deseas mantenerte informado y disponible para brindar orientación si es necesario. Este tipo de delegación es apropiado cuando los empleados están familiarizados con los procedimientos estándar de la empresa y tienen la capacidad de pensar y actuar como propietarios. Es útil cuando las repercusiones de una decisión errónea son manejables y se desea fomentar la autonomía y la responsabilidad entre los empleados. Por ejemplo, puedes delegar el proceso de cobro de cuentas a alguien de tu equipo mientras les pides que te mantengan informado sobre su progreso para que tengas una alerta temprana si el proceso comienza a desviarse del camino.

 

EL CUARTO GRADO DE DELEGACIÓN: HAZLO

El cuarto nivel de delegación, inspirado en el lema de Nike "Just Do It" (Simplemente hazlo), implica confiar en que un empleado se haga cargo completamente de una tarea específica. Es conveniente usar este nivel cuando el empleado está familiarizado con los procedimientos estándar y las repercusiones de una decisión incorrecta son manejables. También es adecuado para tareas que requieren un conocimiento especializado que el empleado posee y el gerente no. Por ejemplo, delegar la contratación de una empresa de limpieza de alfombras cuando el gerente no tiene experiencia en el área.

 

Como puedes ver en los cuatro grados, cada tipo de delegación es diferente y otorga más o menos autoridad a tus subordinados según el grado.

 

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